Clamor en Compostela contra un ‘tsunami’ de nuevos parques eólicos

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Protesta para pedir que se paralicen 130 proyectos sobre la mesa // Pontón y Caballero censuran el actual modelo de desarrollo // Conde alega que se analizan “uno a uno”

A los más de cuatro mil aerogeneradores que giran sus 3.830 megavatios (MW) de potencia para producir electricidad, repartidos en 180 parques ubicados en los montes gallegos, se podrían sumar, si atendemos a las peticiones de acceso a los tendidos para evacuar dicha energía que registra Red Eléctrica de España otros 9.136 MW. Con máquinas actuales, más poderosas –y también altas, sobre doscientos metros–, estaríamos hablando de unos dos mil quinientos o tres mil molinos que los promotores aspiran a situar sobre el territorio de Galicia. ¿Y en el mar? Recientemente un estudio de GOE-Asime elevaba a 9.600 MW el potencial de instalación en tres áreas, más alla de la costa de A Mariña-Xove; Punta Langosteira-Sabón; y Valmiñor-Atios. De entrada planteaban ubicar en dichas zonas entre los 1.500 y los 4.000 MW.

Ante este tsunami de potencia, en principio de una fuente entendida como verde, renovable y sostenible se alzó este sábado en Compostela el clamor de miles de voces que, coincidiendo con el Día del Medio Ambiente, manifestaron en Compostela bajo el lema ‘Eólica Así non!’.

Fueron numerosos, decenas, los colectivos y plataformas ecologistas, vecinales, sociales, culturales y sindicalesgallegas que se dieron cita en esta masiva marcha para denunciar la actual normativa que regula la instalación de parques eólicos.

‘No al expolio de nuestro patrimonio’, ‘Eólicos sí, en la sierra de Madrid’, ‘Que no nos roben nuestros recursos’ o ‘Estamos hartos de ser una colonia’, fueron algunos de los cánticos que entonaron los manifestantes en su recorrido desde la Alameda compostelana hasta la Praza do Obradoiro, donde leyeron el manifiesto que daba nombre a la marcha.

Las personas que acudieron a la convocatoria denunciaron con sus cánticos la “invasión eólica” que sufre Galicia, con la proliferación de numerosos parques ya instalados y los más de 130 proyectos en marcha y pendientes de ser aprobados, según cifras de los organizadores. Los manifestantes reclamaron la paralización “inmediata” de todos ellos y un nuevo modelo energético.

Manuel da Cal, coordinador de la Federación Rural Galega (Fruga), denunció la “agresión” y el riesgo de “desertización que representan para el territorio rural de Galicia los macroproyectos eólicos. “La población que vive en el rural no se está viendo beneficiada por todos estos proyectos; no queda ningún beneficio en el rural ni en Galicia, ya que una parte importante de la energía producida es exportada y aquí seguimos pagando las mismas tarifas eléctricas que en Madrid”.

Belén Rodríguez, secretaria executiva de Adega, alegó que “nos enfrentamos a una auténtica avalancha de proyectos eólicos que, fuera de toda planificación y ordenación, incurren en una ‘ley de la selva’ en el que gana el primero que llega. Usurpan y expolian nuestro territorio sin que la ciudadanía tengamos herramientas para defendernos”.

El presidente de Adega, Roi Cuba, advertía del “impacto sobre el territorio” que conllevarán los parques eólicos proyectados, por lo que ha pedido una evaluación ambiental estratégica y la derogación del plan sectorial de Galicia. Cuba afirmó que algunos de parques eólicos, que cifró en cerca de 200, “están cayendo” porque su ubicación se ha planteado en zonas de “gran valor ecológico” o patrimonial, mientras ha reprobado que “no se evalúen las necesidades de energía” de la comunidad para proceder a su implantación.

También ha puesto el foco en que “no se evaluaron ambientalmente en su conjunto los proyectos” y ha criticado que se busque situar “aerogeneradores de 200 metros de altura con todas las infraestructuras asociadas”, lo que “va a afectar a la hidrología” y a las aves. Además, ha afirmado que la energía eólica “no carece de huella ecológica” pese a ser renovable y ha incidido en la necesidad de que “se produzca allí donde se va a consumir”.

Del mismo modo, el presidente de Adega ha pedido que el aplazamiento de los proyectos reclamado “se aproveche para revisar las leyes de depredación”, en alusión a la ley de fomento de iniciativas empresariales y la de simplificación administrativa, y “la ampliación de la Red Natura 2000”. Así, aseguró que Galicia cuenta con la menor superficie protegida, lo que ha achacado a intereses para “poder colocar los molinos pegaditos a zonas”, que podrían “perder su potencial ecológico”.

POSICIÓN POLÍTICA. A la protesta acudieron la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, y el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero. La política nacionalista dijo en declaraciones a los periodistas que su formación apoya una transición energética verde y no lo que promueve actualmente el PP: la “depredación del territorio y seguir permitiendo que se expolie la riqueza eléctrica que hay en Galicia”.

Pontón reclamó un nuevo modelo eólico “respetuoso con nuestro medio ambiente y con las personas que viven en el rural, y que utilicemos la riqueza eléctrica en beneficio del país, y eso pasa porque haya una participación de los beneficios, porque tengamos una tarifa eléctrica gallega, o que se constituya una compañía para la gestión de una parte de esos proyectos que evite que esos beneficios acaben única y exclusivamente en los consejos de administración de las empresas”.

Por su parte, el secretario general de los socialistas gallegos dijo que desde su formación “creemos” en las energías renovables y apostó por un diseño de su desarrollo acorde con el territorio, con la naturaleza y con el patrimonio cultural” y “buscando acuerdos con las comunidades locales y la ciudadanía gallega”. Demandó, además, que el reparto de los beneficios que generen este tipo de energías “tenga una clara implantación en el territorio y permita un desarrollo equilibrado”.

Desde Monforte, el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Francisco Conde, manifestó que la Xunta apuesta por un sector éolico “ordenado, garantista desde el punto de vista medioambiental y, lo más importante, desde la Xunta analizamos caso a caso, parque a parque, que se cumplan todas las exigencias del impacto sobre el territorio”. “La propia normativa impide que se puedan desarrollar parques eólicos fuera del plan sectorial”, precisó el conselleiro, e informó de que en estos momentos hay 36 informes negativos que afectan a más de 2.600 megavatios “que se tramitaban a través del Ministerio”.

El conselleiro aboga por “desarrollar ordenadamente el sector eólico y facilitar que Galicia se beneficie de los impactos positivos de las renovables: la creación de empleo, la generación de ingresos en los concellos y la dinamización del sector, fomentando la reactivación económica”.